23 mayo, 2007

JUEGUITO MATEMÁTICO



No se puede asegurar la estabilidad de una relación valiéndonos de nuestras sujetivas emociones porque de ser así cada relación, que nos interese, es la perfecta.

Sin embargo, es irónico, que sabiendo esto, no nos detenemos a recordar que cuando estábamos cursando aquella pasada relación afirmábamos, a boca llena ¡¡esta es la indicada!! Y sin paracaídas nos encaminamos hacia lo que resultó ser, la idealización.

El punto está en que la función “pareja” no admite como resultado el 1 porque el número que decide la ecuación es el 2. Entonces, sin las fuerzas unidas, se podría decir que siempre seríamos un 1, pero luego del intento fallido, seríamos un 1 más vacío que cualquier conjunto del mismo nombre.

1 comentario:

Dianina Perez dijo...

Dios mio.. y si el cielo siempre nos orientara diciendonos cuando se puede sumar... y construir el resultado.. a lo mejor no estariamos tan perdidas en la explicita idealizacion de siempre.

Si tuviesemos el dialogo orientador de cuando se puede hacer 1 + 1 es igual a 2.. y saber que nunca ocurrira el 2-1 igual a 1, la cosa si fuese contundemente especial.

Es cierto, las relaciones al inicio parecen regalar por docenas, colchones de estabilidad, el kit del asunto es no creerselo.. porque cuando saltamos del jet.. muchas veces... NO ABRE EL PARACAIDAS.

Escribes precioso rubia linda.
23 mayo 07 - Diana Perez