26 octubre, 2007

Plenaria

Eres indescriptible mujer piel. Se puede surcar en tu interior, pero tu punto exacto siempre estará cubierto de impermeables, atravesados solamente por el amor pleno.

Pecado satisfecho….éxtasis inconcluso.
Parámetro definido en el alma, no en el roce.

14 minutos, unas velas....1 minuto, luces eternas.

16 octubre, 2007

Dos manos: un corazón

No creo que necesite decirte qué me falta. Mis ojos no dicen más que tu nombre enredado en miedo. No sé si surge del estanque de las cosas o del marco de este cuadro, pero un vacío está arrastrando dos almas al camino distante, donde se pierde la magia, donde las preguntas se quedan sin saciar.


Tal vez me dirás que es sólo un altibajo del momento, sin embargo, algo en mí se pone sobre aviso diciendo: “si detienes el tiempo, no es suficiente para los dos, ambos tienen que hacerlo”.

Si tus carencias corresponden con las mías, no entiendo la incertidumbre. Esa sensación no penetra en lo real, sólo se apodera del espejismo. Y es que la imaginación se hace corta en la cabida de divagaciones cuando el amor es mutuo. Un beso, una cita, un correr y un atajo van muy de la mano en el unísono de un corazón.


No basta decir “te quiero”. La base es una muestra de ternura, con la más simple, pero también más importante acción: “el unir de dos manos, que en un momento se confrontaban con el viento solas y hoy cuentan con un sostén que sin palabras se entremezcla conformando la sincronía”.

12 octubre, 2007

Destierro



La voz del humo emite señales expuestas por antepasados, los mismos, creían plenamente en un vagar. Se sumergían en estanques de agua pura, terreno fértil, inocencia interrumpida y besos incestuosos que, sin la existencia de medidas, no eran más que un dar y recibir.

La muerte surcó sus pasos y con sollozos las quimeras se transformaron en monstruos que desterraban al nato de sus tierras. Entonces, los cantares a santos ya no eran efectivos.

Las plegarias silentes se quedaron enraizadas en un sordomudo que acaparaba el todo, dejando así varado en el destierro, los pasos inconclusos en dimensiones cabildadas sin un rumbo, sin un interés, pero con unos deseos de ser niños, jugar a vivir y unirse en comuna.